Allí me quedé un poco y luego pensaba volver a México. No obstante, al llegar a la estación de autobuses, tuve ganas de seguir viajando. Y fue entonces cuando llegué a la ciudad de Morelia. Por cierto, hay que saber que la ciudad mexicana ha destacado en el país por su historia puesto que es uno de los sitios forjadores del suceso histórico de la Independencia de México. Poder ver esa ciudad era algo muy enriquecedor y me daba mucho gusto pasear por las calles. Desgraciadamente, se me había acabado el dinero y ni siquiera tenía bastante para volver a México con las agencias de autobús. Y menos aún para pagar el hotel o lo que sea. Entonces, fui a una casa de estudiantes mexicanos del estado para preguntarles si me podían alojar por una noche. Eso fue muy gracioso porque en primer lugar me pidieron mi credencial para asegurarse de que yo no era un espía enviado por el gobernamiento americano. (un europeo o un americano sigue siendo un « guero ») Después de haberlos enseñado mi tarjeta me dejaron entrar y hasta me ofrecieron una cerveza. Jugamos cartas y hablamos un rato. Luego me enseñaron el cuarto donde dormían todos y se me hizo muy peligroso. De hecho, se sumaban las camas pero no de la izquierda hacia la derecha sino de abajo hacia arriba. Es más, me dijeron que ya se había muerto uno por una caída sobre la cabeza. Pensé que quince camas empiladas así no era lo más seguro que podía encontrar. Además, como me muevo mientras duermo, me hubiera caido sin duda alguna. Y pobres estudiantes que tenían que dormir en esas camas cada noche. Dejé mi mochila en su cuarto y me fui a visitar la ciudad un poco más con la idea de encontrar otro tipo de alojamiento. De repente, llego a la catedral y oigo a gente hablando francés. Enseguida me dirijo hacia ellos y me doy cuenta de que era un grupo con una mezcla de personas. O sea, había un estadounidense que estaba haciendo un Tour de América Latina en bicicleta, dos mexicanos que hablaban francés porque se habían ido a Bélgica por un año y que eran los que alojaban a todos. También había dos francesas que estaban de viaje por América Latina. Pronto hablamos y Jorge, el mexicano, me invitó a dormir a su casa con todos. Nos pasamos la noche bailando salsa, haciendo crepas, cantando y tocando un poco de música. No lo sabía aún pero acababa de encontrar una forma de viajar muy agradable que se llama couchsurfing. En internet existe ese tipo de sitio que favoriza el viaje y le permite a uno viajar o alojar con gusto y con un costo muy bajo. Desde entonces, no los he vuelto a ver pero sí sigo encontacto con ellos y he seguido con la aventura del couchsurfing acogiendo a varias personas que venían de países como Argentina, Estados Unidos (Alaska, Australia, México,...)
domingo, 30 de mayo de 2010
Anécdota de viaje.
Cuando estaba de viaje en México decidí irme de mochilero a Morelia, ciudad que se ubica en el noreste del D.F. Así que apenas había acabado de hacer mi maleta ya me había ido con el « camión » (autobus mexicano) hacia Morelia. Sin embargo, antes que nada había quedado con una amiga en una ciudad que se encontraba a media distancia entre Morelia y México D.F. y allí me quedé durante dos días enteros. Algo muy gracioso fue que esa amiga que tenía veinte y tantos años ya tenía hijos y estaba separándose de su marido. Así, cuando llegué, el europeo en el pueblito mexicano, se enfadaron y todo estaba muy confuso. Por fin pude dormir en la casa de los abuelos, dueños de la familia. El abuelo tenía muy mal caracter (por lo menos conmigo) pero muy pronto descubrí que eso era sólo una aparencia. El día siguiente, hablamos, comimos, nos divertimos, incluso tomamos fotos de cuando me acostaba en la hamaca pretendiendo beber whisky, etc.
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De casualidad encontre este blog y lei esta anecdota tuya. Me llamo la atencion las aventuras que viviste en mexico,q buen rollo has de haber pasado sobre todo en morelia (antiguamente valladolid). Yo como mexicano resalto lo que dices sobre las mujeres q de veintitantos y ya con tres chamacos(hijos) y es algo q en mexico y gran parte de latinoamerica acostumbran las mujeres. Yo comparto más la idelogia europea y conservadora en el matrimonio y la familia. Mi padre es espanol pero naci en mexico y fui criado aki en Torreon Mex. A los europeos les encanta lo pueblerino(los pueblos tipicos y folkloricos de mex), ami me encanta mexico pero estoy harto de q la ley no se aplica igual para todos, y la corrupcion es algo insoportable,, en fin mexico es muy extenso y te lo resumo de esta manera del centro de mex. para abajo esta la cultura mexicana y del centro pa arriba un mexico agringado (y tristemente peligroson por el narcotrafico)
ResponderEliminarsaludos