sábado, 31 de julio de 2010

"El placer de viajar en bicicleta"

Como lo hemos hablado , seria divertido seguir escribiendo en nuestro blog. Podríamos utilizarlo como medio para seguir en contacto y contar nuestras experiencias diversas que sea de la universidad,de los viajes o simplemente algo que les resulta ser interesante para compartirlo.




Seguro que se han dado cuenta que nos gusta viajar. Cada vez queremos viajar de manera diferente , barata y que lleva una experiencia humana. Este año hemos decido viajar de una manera diferente, mas ecológica, confiando en la bondad y generosidad de la gente que cruzan nuestros caminos. Hemos decido viajar de Bruselas hasta Bretaña en bici. Con una tienda de campaña y una bolsa de dormir como único material. Y esto era por si acaso la gente no nos quería albergar.

Y es así que en junio, con Matthieu ( el hermano de Lucas), empezamos el viaje atravesando Francia.
El plan era el siguiente, andar en bici todo el día y antes de que caiga la noche , tocar el timbre de una casa o una granja y ver si querían alojarnos. No sabíamos como los habitantes de los pueblos iban a tratarnos. Cada noche gente nos acogieron generosamente bajo su techo ofreciéndonos duchas y comida. Cada vez que llegábamos a un pueblo a la noche , comprábamos comida para no abusar de la bondad de las personas. Pero la mayoría de las veces nos invitaron a comer sin pedir nada a cambio.


un dìa calculamos mal la distancia, hacia unas horas que estábamos andando en el medio de un bosque con muchas subidas y quedaban unos 30 km para llegar al próximo pueblo.
Con el paso de las horas,empezaba a aparecer el cansancio.

Por suerte encontramos un pueblo de unos 40 habitantes que no estaba en el mapa. Al anochecer , sin comida ,tuvimos la suerte de conocer a Bernard y a Michèle una pareja de unos 50 años. Nos invitaron a comer y arreglaron un cuarto para poder poner nuestros colchones.

El viaje no fue fácil son unos 600 km con subidas y bajadas, pero los paisajes son magníficos y el hecho de viajar en bici da una sensación de libertad total. Con un ritmo de progreso diferente que en coche , te da la posibilidad de disfrutar de cada momento , observar cada detalle y aprovechar de cada encuentro.

No hemos tenido ninguna dificultad a encontrar alguien que nos quería ayudar. Aunque algunos no tenían lugar en sus casas nos prestaron sus jardines para clavar nuestra tienda de campaña. Y también hemos tenido la suerte de dormir en la casa rural del alcalde de un pueblito gratuitamente.

Nos gustó tanto viajar de este modo que queremos hacer un viaje mas importante de unos meses o años cruzando Sudamérica o llegar hasta asía o porque no la vuelta del mundo.En bici, NO HAY LIMITES


LUCAS Y JILL


porque una imagen vale más que mil palabras.....

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miércoles, 16 de junio de 2010

Son del sur : Flamenco Festival

La señora Calvo me ha hablado de este festival. Su último día es este sábado 19 de junio con el bailador Javier Barón, que ha recibido en 2008 el Premio Nacional de Danza. Se va a presentar su espectáculo “Dos voces para un baile”. El lugar del festival es Flagey. Informaciones se encuentran sobre los sitios web: www. Flagey.be y www. Fnac.be. La entrada cuesta 15€.
Yo no puedo ir como tengo mi último examen la semana próxima pero puede ser una actividad cultural para vosotros. Me parece muy bien y soy muy triste que no puedo ir.

lunes, 31 de mayo de 2010

Un invento revolucionario

¿Conoces el BOOK? Es un nuevo dispositivo de conocimiento bio-óptico que no tiene más que ventajas. :)

En este vídeo explicativo encontrarás toda la información necesaria:




Después de ver el vídeo, ¿qué te parece este invento?

Haz una lista de sus ventajas. ¿Crees que tiene algún inconveniente?

domingo, 30 de mayo de 2010

Anécdota de viaje.

Cuando estaba de viaje en México decidí irme de mochilero a Morelia, ciudad que se ubica en el noreste del D.F. Así que apenas había acabado de hacer mi maleta ya me había ido con el « camión » (autobus mexicano) hacia Morelia. Sin embargo, antes que nada había quedado con una amiga en una ciudad que se encontraba a media distancia entre Morelia y México D.F. y allí me quedé durante dos días enteros. Algo muy gracioso fue que esa amiga que tenía veinte y tantos años ya tenía hijos y estaba separándose de su marido. Así, cuando llegué, el europeo en el pueblito mexicano, se enfadaron y todo estaba muy confuso. Por fin pude dormir en la casa de los abuelos, dueños de la familia. El abuelo tenía muy mal caracter (por lo menos conmigo) pero muy pronto descubrí que eso era sólo una aparencia. El día siguiente, hablamos, comimos, nos divertimos, incluso tomamos fotos de cuando me acostaba en la hamaca pretendiendo beber whisky, etc.

Allí me quedé un poco y luego pensaba volver a México. No obstante, al llegar a la estación de autobuses, tuve ganas de seguir viajando. Y fue entonces cuando llegué a la ciudad de Morelia. Por cierto, hay que saber que la ciudad mexicana ha destacado en el país por su historia puesto que es uno de los sitios forjadores del suceso histórico de la Independencia de México. Poder ver esa ciudad era algo muy enriquecedor y me daba mucho gusto pasear por las calles. Desgraciadamente, se me había acabado el dinero y ni siquiera tenía bastante para volver a México con las agencias de autobús. Y menos aún para pagar el hotel o lo que sea. Entonces, fui a una casa de estudiantes mexicanos del estado para preguntarles si me podían alojar por una noche. Eso fue muy gracioso porque en primer lugar me pidieron mi credencial para asegurarse de que yo no era un espía enviado por el gobernamiento americano. (un europeo o un americano sigue siendo un « guero ») Después de haberlos enseñado mi tarjeta me dejaron entrar y hasta me ofrecieron una cerveza. Jugamos cartas y hablamos un rato. Luego me enseñaron el cuarto donde dormían todos y se me hizo muy peligroso. De hecho, se sumaban las camas pero no de la izquierda hacia la derecha sino de abajo hacia arriba. Es más, me dijeron que ya se había muerto uno por una caída sobre la cabeza. Pensé que quince camas empiladas así no era lo más seguro que podía encontrar. Además, como me muevo mientras duermo, me hubiera caido sin duda alguna. Y pobres estudiantes que tenían que dormir en esas camas cada noche. Dejé mi mochila en su cuarto y me fui a visitar la ciudad un poco más con la idea de encontrar otro tipo de alojamiento. De repente, llego a la catedral y oigo a gente hablando francés. Enseguida me dirijo hacia ellos y me doy cuenta de que era un grupo con una mezcla de personas. O sea, había un estadounidense que estaba haciendo un Tour de América Latina en bicicleta, dos mexicanos que hablaban francés porque se habían ido a Bélgica por un año y que eran los que alojaban a todos. También había dos francesas que estaban de viaje por América Latina. Pronto hablamos y Jorge, el mexicano, me invitó a dormir a su casa con todos. Nos pasamos la noche bailando salsa, haciendo crepas, cantando y tocando un poco de música. No lo sabía aún pero acababa de encontrar una forma de viajar muy agradable que se llama couchsurfing. En internet existe ese tipo de sitio que favoriza el viaje y le permite a uno viajar o alojar con gusto y con un costo muy bajo. Desde entonces, no los he vuelto a ver pero sí sigo encontacto con ellos y he seguido con la aventura del couchsurfing acogiendo a varias personas que venían de países como Argentina, Estados Unidos (Alaska, Australia, México,...)

Anécdota de viaje: Egipto 2008

La anécdota que voy a contar ocurrió durante mi escapada a Egipto.

Un día, decidimos ir a Abu Simbel, un templo famoso construido por Ramses II. Es un monumento enorme y espléndido. Hay un simbolismo evidente en este lugar (su construcción está relacionada con la astrología). Abu Simbel está situado en el sur de Egipto, cerca de Sudán. Está lejos de todo, en el desierto.

A las 5 de la mañana, salimos de Luxor en autobús. el trayecto tenía que durar 6 horas. Cruzando el desierto, podíamos ver el amanecer y los espejismos en el horizonte. Como la carretera no era segura, viajamos con otros buses.

Sin embargo, después de 3 horas nos dimos cuenta de que los otros autobuses habían desaparecido de nuestra vista. El conductor era nuevo y nunca había hecho ese trayecto antes. Entonces, nos habíamos perdido en el desierto.
Toda la gente estaba asustada. Condujimos durante varias horas antes de llegar a un camino. Allí, encontramos a hombres que nos ayudaron a encontrar la carretera correcta para Abu Simbel. Finalmente, después de 12h, llegamos a este lugar mágico.

Laetitia.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Anécdota de viaje

Hace dos meses, estuve en Noruega. Fue un viaje maravilloso y lleno de aventuras. Una de ellas me pasó cuando menos me lo esperaba. Estaba caminando durante un par de horas por un paisaje frio y un tanto melancólico y deseaba con todo el corazón poder ver las hermosas auroras boreales aunque sabía, debido al clima, que no sería para esa vez. Miré a lo lejos y vi dos ramas de árbol moviéndose y yo me puse contenta ya que creí que era la famosa “fata morgana” ,alucinaciones debido a la posición en la que uno se encuentra dentro del círculo polar. Lo que vi no era una alucinación sino un gran reno con unos enormes cuernos. Dicen que la suerte de ver uno así es muy remota, así que tomé todo el tiempo necesario para admíralo. Me acerqué sólo un poco y él también hizo lo mismo. Me tuve que agachar para que no se sintiera amenazado. No pude tocarlo pero nos miramos fijamente por un instante y creo que sintió mi alegría y mi respeto hacia él y yo sentí su seguridad ya que comprendió que yo respetaba su territorio. Después de un momento se fue a toda velocidad dando un grito que llenó todo el paisaje de vida. Me sentí segura y feliz y continué mi camino.

Aún podemos salvar el mundo




Todos nosotros sabemos que la situación del mundo es crítica. Las temperaturas globales han aumentado provocando el deshielo de los casquetes polares, la enorme cantidad de fenómenos meteorológicos etc. Estas consecuencias están afectando al planeta entero, amenazando la vida de personas de todos los países y continentes. La mayoría de personas piensa que ya es tarde para reaccionar: El mundo morirá y con él nosotros. La verdad es que aún estamos a tiempo de hacer algo para remediarlo. Tenemos que ser conscientes que somos nosotros quienes estamos provocando el cambio climático. Pero aún hay esperanza, aún podemos salvar al mundo. No quiero parecer exagerada ni sensacionalista, pero ya es hora de unirnos y cambiar las cosas.
Según Greenpeace, podemos y debemos recortar en un 50% las emisiones de CO2 para el año 2050. Pero también los países industrializados deberán disminuir de un 80% sus emisiones.
Se debe de sustituir los combustibles fósiles (petróleo, carbón, gas natural etc.) por las energías renovables (solar, hidráulica, geotérmica etc.) Ahora contamos con la tecnología necesaria y el gobierno comienza a dar facilidades para aquellos que opten por lo renovable.
Todo eso parece esperanzador, pero sin un cambio de nuestro modo de vida no se llegará a ningún lado. Tenemos que cambiar nuestros hábitos de desplazamientos, mejorar nuestra manera de clasificar los desechos etc. En un país de Asia, existen 24 clasificaciones por hogar. La gente lleva su misma basura a un gran depósito. La basura tiene que estar limpia y clasificada por los mismos habitantes. Este es un buen ejemplo de selección de desechos.
Ahorrar energía es una buena manera de contaminar menos. Por ejemplo:
- Nunca dejar el frigorífico vacío o casi vacío ya que eso aumenta la consumación de energía. Aún si no se compran muchas cosas, es preferible y recomendable, llenar el frigo con botellas de agua.
- Trata de desconectar los electrodomésticos que no se usan. Por ejemplo: apagar la computadora cuando no se esté utilizando, desenchufar televisores, microondas, desconectar cargadores etc.
- Usa bombillas ahorradoras.
- Aunque no parezca cierto, es mejor usar el lavaplatos: consume menos agua.
- Cuando se cocina, tapa la cacerola. De esta manera la comida se cocinara más rápido,
- Cuando prendas tu horno, no lo precalientes. No sirve de nada. Se puede meter la pizza o el plato que quieras desde un principio.
Estoy segura que aún existen muchas cosas por hacer. Tener todos los lujos que tenemos no nos facilita realmente la vida, al contrario, todo eso hace de nosotros “esclavos del sistema”. Organizar y tener una gestión más responsable del tiempo y de los recursos nos permitirá dejar una huella ecológica menos impactante y mejorar nuestra calidad de vida.